Se aproximan tiempos electorales y se acelera la demanda de estudios de opinión pública a diario que no encuentran respuestas asertivas concretas a las expectativas de los clientes; o mejor dicho la mejor respuesta alcanzada a modo de conclusión dice que la brújula indica el norte, pero hay mucha niebla.
¿A qué obedece semejante sensación incómoda? ¿Acaso las herramientas de la caja de investigación están un tanto obsoletas? Cálmese Señor Lector y ordenemos un poco esta discusión:
En primer lugar, tenemos un cliente que normalmente no interpela su historicidad, ergo le cuesta replantearse a sí mismo y ni hablar de pensar a quién le está intentando hablar. Es más, está muy condicionado por su lógica de razonamiento lineal que solo persigue que el resultado de un estudio de opinión pública se asocie directamente con el deseo personal y el resultado de una elección evitando todo el proceso histórico que conlleva.
Por otro lado, responde a entender a quién le estamos hablando. Vale recordar que la sociedad se reconfigura permanentemente y emergen nuevos grupos, clústeres o generaciones de personas y en este sentido toman un especial interés los millennials, aquellos que nacieron en el inicio de este nuevo milenio y que muestran un conjunto de características genéticas socialmente hablando tales como: la apatía, el desinterés, la incongruencia, la incoherencia, que pareciera que viven en un mundo paralelo.
¿Cómo dice … viven en un mundo paralelo? Sí, eso mismo y está encuadrada en la comprensión que este grupo numeroso, muy numeroso, de alta incidencia en los resultados de una elección de autoridades no pareciera entender el juego del que participan, o bien participan con desgano y/o asombro.
Indudablemente que la propuesta de investigación es repensar las estrategias de abordaje, siendo creativos, con muchísima inmersión en la dinámica de su cotidianeidad, que apelen a la reflexividad máxima conceptual con la configuración del otro.
Un camino factible para poder resolver la inquietud de origen es bucear en las emociones (enojo, frustraciones, ansiedad, entusiasmo) y el contexto del sector en interés. Son justamente esas dimensiones las que aportan nuevos indicadores que caracterizan y definen a estos individuos “neutros”.
Licenciado en Ciencia Política (UCC). Diplomado en Ciencias Sociales (UCC). Maestrando en Gestión Política. Especialización en Comunicación Política (UCC / Georgetown University). Doctorando en Política y Gobierno (UCC).
Desde el año 2003, dirige la firma BORGOGNONI Consultoría Política, brindando estudios de investigación de opinión pública y asesoramientos estratégicos a dirigentes, candidatos y partidos políticos en campañas electorales y en gobierno.