Silvina nos cuenta cómo las agencias chicas pueden resultar atractivas para quienes empiezan su carrera laboral, en tanto capacitan y motivan a su gente. Habla de la responsabilidad que éstas tienen en formar a su personal.
Trabajé más de quince años en grandes empresas multinacionales, donde siempre me sentí contenida y consciente de que había un plan de carrera para mí. Además de que muchos de mis jefes funcionaron como guías, cada compañía contaba con políticas de recursos humanos y con planes de capacitación. A lo largo de la carrera, estas cosas, además del trabajo en sí mismo, me fueron formando como profesional. También, al tener gente a cargo en una empresa grande, las mismas políticas de RRHH y los planes de capacitación me ayudaron a hacer crecer profesionalmente al equipo. (Generalmente también las empresas evalúan si un jefe es capaz de desarrollar a su gente).
Cuando fundé mi agencia y comencé a contratar gente, por el hecho de haber recibido tanto a lo largo de mi carrera, sentí la responsabilidad de brindar el mejor trabajo posible a mis empleados. Esto significaba darles un lugar donde pudieran crecer, tener una expectativa de carrera, aprender a manejar proyectos e ir formándose como investigadores de mercado.
Creo fuertemente que en las agencias chicas formar a la gente es una responsabilidad tan importante como lo es en las empresas grandes. Y creo, además, queel hecho de queuno de nuestros objetivos más importantes sea desarrollar a nuestros profesionales nos convierte en empleadores atractivos.
Por más que no tengamos un departamento de RRHH que nos de pautas de cómo desarrollar a nuestro personal, al contratar un colaborador tenemos que pensar, además de cubrir un puesto, que la persona que ingresa, luego de trabajar un tiempo en nuestra agencia, debe hacer un balance positivo no sólo en lo económico sino también en el aspecto profesional.
No importa qué tamaño de agencia dirijamos: como jefes tenemos siempre la responsabilidad de enseñar a pensar y sostengo que mejoramos profesionalmente cuando crece la gente que trabaja con nosotros. En cuanto a la formación concreta de un profesional de nuestra industria, alguien que trabajó cinco años en una agencia chica debería tener el mismo nivel como investigador que otro profesional que trabajó en una empresa multinacional. Uno u otro habrán desarrollado habilidades diferentes (probablemente aquel que trabajó en una empresa multinacional maneja la política de una corporación y conoce el negocio específico, y quien trabajó en una agencia chica está más preparado para resolver temas más operativos), pero ambos deberían tener similar experiencia y conocer las metodologías de investigación.
A esta voluntad que podamos tener como jefes de formar a la gente, se suma un desafío para las agencias chicas: competimos como empleadores con empresas multinacionales que muchas veces son aspiracionales para iniciar una carrera y que además brindan muy buenos beneficios a sus empleados. Quienes trabajan en nuestras agencias podrían hacerlo también en empresas multinacionales y ganar beneficios extras, ofertas de carreras formales y la posibilidad de agregar un punto fuerte en el currículum.
Nosotros tenemos que asumir el compromiso de suplir estos puntos anteriores con otros beneficios como un buen clima laboral, pero fundamentalmente, con la capacitación personal y sobre diversos temas que podemos darle a nuestra gente. Anterior a esto es cumplir con todas las obligaciones de la ley laboral, por supuesto.
También es importante respetar el horario de trabajo de nuestros empleados. Nuestra demanda es variable, pero las horas extras de nuestra gente deben ser la excepción y no la regla. Si bien es cierto que es difícil no tomar un trabajo cuando ya tenemos nuestra capacidad completa, tenemos que saber hacerlo. Es saludable tener otros intereses además de trabajar. Hacer otras actividades que nos gustan, practicar deportes, nos enriquece a todos como personas y nos ayuda en la profesión: justamente como investigadores de mercado, tenemos que estar informados, atentos y conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor y en el mundo.
Quienes dirigimos agencias chicas tenemos la posibilidad de crear los códigos en nuestro lugar de trabajo. Tener en mente que nuestra gente tiene que crecer profesionalmente redundará seguramente en motivación, y esto repercutirá en la calidad del trabajo y en la atención a nuestros clientes.
Silvina Neder
Licenciada en Estadística de la UNR y Master in Business Administration del CEMA. Comenzó su carrera en investigación de mercado en British American Tobacco en 1992. Luego fue responsable de los departamentos de investigación de mercado en el Diario Clarín, en Kraft Foods (snacks) y en Danone (Bagley). En 2005 fundó su agencia, NEDER Estadística e Investigación Creativa, que dirige desde entonces.